martes, 20 de julio de 2010

La melancolía

Siento que llevo la melancolía como un pendiente en el lóbulo de la oreja. A veces logro extraviarla. Dejarla olvidada en un baño público o soltarla discretamente al caminar por la calle, como si fuera la envoltura de un dulce. Mas descubro que me sigue a todas partes. La veo convertirse en un perro con sarna suplicante; escucho sus lamentos mientras se transforma en un árbol o en una sombra. La veo en la televisión sentada a un costado de Paty Chapoy que predice el fin del mundo. La saboreo amarga en tus labios y en las palabras que dices cuando te despides. La veo en tus partes y, aunque a veces logro despistarla, regresa a mi como un pendiente en el lóbulo de mi oreja.

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