miércoles, 4 de mayo de 2011

El reconocimiento


A todos ustedes que tan amablemente me han acompañado en este blog, que ha sido mi casa durante poco más de dos años, les doy las gracias y les informo que por tiempo indefinido dejaré de publicar aquí. ¿Por qué? para desarrollar un nuevo proyecto virtual e impreso.
Ahora los invito a que visiten Anagnórisis, para más información les dejo el primer post publicado en este nuevo blog:



Anagnórisis es, según el Webster’s Third New International Dictionary, el momento en la tragedia griega en que el personaje principal se reconoce a si mismo o descubre su verdadera naturaleza. Es importante esta palabra (para mi) por dos motivos: primero que nada, porque es el título de un libro-poema de Tomás Segovia, poeta al que admiro profundamente y que, junto con Javier Sicilia y gracias a una enorme reflexión sobre la naturaleza del poema, se ha convertido en mi maestro en los ritmos acentuales de la poesía; después, aunque no por eso menos importante, porque el nacimiento de mi primer libro de poemas Ciudades bajo la lluvia (ritual para conjurarte) me ha llevado a replantearme mi posición como escritor y como hombre, a reconocerme a mi mismo y, desde esa idea, direccionar mis esfuerzos. Ésta última es, quizá, la razón por la que inicio este nuevo viaje. 
De esta manera pongo puntos suspensivos a mi antiguo blog Secuelas de una nota de rechazo que, a su manera, fungió como canalizador de mis experiencias y sentimientos durante poco más de dos años. Esto para poder iniciar un nuevo proyecto virtual, que es a su vez un proyecto editorial: la idea es poder reunir los textos, imágenes e ideas aquí publicadas para crear una edición impresa (siempre desde la idea de que no es mejor un medio que otro y que el verdadero logro es poder crear proyectos que unan, de algún modo, la edición virtual y la impresa).
Espero entonces que encuentren aquí en resquicio de luz, en donde puedan reconocer y reconocerse. 



El reconocimiento


A todos ustedes que tan amablemente me han acompañado en este blog, que ha sido mi casa durante poco más de dos años, le informo que por tiempo indefinido dejaré de publicar aquí. ¿Por qué? para desarrollar un nuevo proyecto virtual e impreso.
Ahora los invito a que visiten Anagnórisis, para más información les dejo el primer post publicado en este nuevo blog:



Anagnórisis es, según el Webster’s Third New International Dictionary, el momento en la tragedia griega en que el personaje principal se reconoce a si mismo o descubre su verdadera naturaleza. Es importante esta palabra (para mi) por dos motivos: primero que nada, porque es el título de un libro-poema de Tomás Segovia, poeta al que admiro profundamente y que, junto con Javier Sicilia y gracias a una enorme reflexión sobre la naturaleza del poema, se ha convertido en mi maestro en los ritmos acentuales de la poesía; después, aunque no por eso menos importante, porque el nacimiento de mi primer libro de poemas Ciudades bajo la lluvia (ritual para conjurarte) me ha llevado a replantearme mi posición como escritor y como hombre, a reconocerme a mi mismo y, desde esa idea, direccionar mis esfuerzos. Ésta última es, quizá, la razón por la que inicio este nuevo viaje. 
De esta manera pongo puntos suspensivos a mi antiguo blog Secuelas de una nota de rechazo que, a su manera, fungió como canalizador de mis experiencias y sentimientos durante poco más de dos años. Esto para poder iniciar un nuevo proyecto virtual, que es a su vez un proyecto editorial: la idea es poder reunir los textos, imágenes e ideas aquí publicadas para crear una edición impresa (siempre desde la idea de que no es mejor un medio que otro y que el verdadero logro es poder crear proyectos que unan, de algún modo, la edición virtual y la impresa).
Espero entonces que encuentren aquí en resquicio de luz, en donde puedan reconocer y reconocerse. 

sábado, 1 de enero de 2011

¡Feliz año nuevo!

El día de ayer, hace exactamente dos años, nació este blog y, con él, la ilusión de compartir con ustedes lo que siento. Imaginaba que un lector desconocido (o semiconocido) se encontraba un día con mis textos y, al leerlos, encontraba un refugio parecido al que yo encuentro. Escribir, para bien o para mal, ha sido parte de mi vida durante ya varios años; en la escritura he encontrado las mayores satisfacciones, las mejores amistades y los más grandes amores. Este año, afortunadamente, no se ha quedado atrás: Pude entrar a Habitantes de Moria, encontré en El Gremio de escritores de la barba naranja un grupo de maravillosos amigos que me han dado todo, la poesía me unió con la mujer que amo y, en general, las cosas marchan sobre ruedas.
(Aparte puedo presumir que gané un estímulo (beca) en el PECDA 2011 de Morelos)
Espero traer más noticias pronto. Y, como siempre, queda el propósito de escribir aquí más a menudo. Les mando mis mejores deseos a todos.

Luz y fuerza.