Esta vez todos los nombres
están para llamarte,para cobijarte entre las paginas
y en el eterno olvidar que es la memoria.
No hay Lisboa,
y la ceguera es permanente.
Esta vez, al levantar la vista rumbo al cielo,
no hay luz que inunde las pupilas,
no hay viajes ni elefantes,
ni Cristos que recen por nosotros:
Solo tu cuerpo ya inerte
donde las palabras viajan hoy hasta posarse,
donde las comas se amontonan y aglutinan
y la muerte
-¡Oh esta muerte puta!-
descansa junto a tu cama.
En homenaje al Maestro José Saramago y este poema que no acaba.
2 comentarios:
Hermoso u.u ...
Me encantó este homenaje, Realmente hermoso!!!
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