domingo, 24 de enero de 2010

Un post de Amorosos

Regreso a estos parajes desolados agotado por la escuela pero con animo: La semana estuvo llena de principio a fin de cosas que hacer y por momentos parecía que no iba a terminar, afortunadamente grandes y maravillosas cosas pasaron en el transcurso; entre ellas tuve la oportunidad de entrar al taller de poesía con Javier Sicilia, que aparte de ser una gran poeta, es una persona amable y divertida, así que pasé toda la semana dándole vueltas a un soneto que quizá pronto aparezca por acá.


Por lo demás, bueno, he estado leyendo "Los amorosos: Cartas a Chepita" de Jaime Sabines (uno de mis poetas favoritos) en el, no solo he encontrado un muy interesante libro que nos muestra en definitiva que el poeta y el hombre son uno mismo, una identidad indivisible, que sufre, que ama y que se encuentra solo y triste; este libro crea un nuevo vinculo con el poeta, ya que descubrimos sus celos y sus miedos, su amor inmenso por Chepita, a demás de que los elementos poéticos que se vislumbran en las cartas son de un valor incalculable:


"Acude a tu corazón, acude al mío. Llora cuando tengas ganas de llorar, pero no estés llorando siempre. Cree que tu dolor es mi dolor, que yo padezco tu hambre y tu sed, que yo también desespero y maldigo, que yo también no sé qué hacer muchas veces. Pero mira también que me levanto y que no confío en la muerte. La muerte no es ningún remedio para el que desea vivir. La muerte es un débil consuelo que no me sobornará nunca. Es aquí en la vida en donde tengo que encontrar remedio de la vida. Y una buena receta es el amor y el saber mirar por encima de mi hombro mis propias penas. Mi miseria es una parte de la miseria humana. Y pueden sufrir con mi corazón todos los hombres.(Jaime Sabines, Los amoroso: Cartas a Chepita)"




Así, descubrimos el crecimiento del poeta, como su juventud romántica desencadena en el hombre que conocemos y que nos conquista, Sabines se entrega a su amada en el papel (igual que se entregaría nosotros en su poesía) y deja constancia de Jaime: El poeta, el hombre, El amoroso.


Ya les contaré mucho mas después, que ahora me espera, otra pagina en blanco.


No dejes que las horas te separen de mi cuerpo,
no dejes que tu cuerpo se separe de mi esencia,
deja que tu aroma se impregne, 
para resucitarte al tercer día: 
                                  cuando me hagas falta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

tU POEMA ESTA "EXCELSO".... MUY HERMOSO, POETA.
ME ENCANTÓ!!!

Unknown dijo...

Me encanto!

Sergio David Lara Castañeda dijo...

gracias, muchas gracias

Daniel Salinas Córdova dijo...

Me gusto mucho el post, no he leído mucho a Sabines, pero lo que conozco me gusta bastante.