Es curioso, el tiempo pasó como un relámpago, encuentro las nostalgias que se me escapaban y la hoja aun permanece en blanco, no he visto a Lynch ni acabado a Céline, pero afortunadamente la poesía se revela dentro de un disco que rescate de la colección de discos náufragos: Primer festival cultural del Sotavento, es el nombre de este disco que me ha brindado apoyo e inspiración.
“Y en prueba de que te quiero/y sin vanidad ninguna/he de subir hasta el cielo/a brillar como la luna”
Esta vez los dejo con unas cuantas imágenes:
Los ojos se abrieron golpeando con fuerza la luz de aquella habitación vacía, el verso se torno puñal y golpeo con furia contra el viento.
Escucha sus repiques de jarana vieja,
Escucha su gemir pausado, que canta una decima perdida,
Habitando el silencio.